CONTE, LA ESPERANZA Y LA CAJA DE PANDORA

Zeus quería vengarse de Prometeo por robar el fuego del Olimpo y ofrecerlo a los humanos mortales, Así que pidió a Hefesto (su hijo, herrero) que creara a partir del barro a una mujer llamada Pandora. Zeus ofreció como regalo a Pandora. Prometeo sabia que había alguna trampa, ya que después de tales actos, no era lógico que Zeus le hiciera ningún regalo.

Pero Pandora, al estar bendecida por Afrodita (entre otros dioses), era una mujer tan tan tan bella, que Prometeo no pudo resistirse a su belleza y acabó casándose con ella. A Pandora le regalaron los dioses una caja, un baúl muy grande que solo ella podría abrir, pero los dioses no le dijeron que contenía y además le advirtieron de que no debía abrir la caja nunca.

Después de casarse con Prometeo, sucumbió a la curiosidad “¿Por qué los dioses me hacen un regalo que no puedo saber que es, ni tan siquiera disfrutar?” pensó Pandora. y entonces abrió la caja. De ella empezaron a escaparse “cosas” a una velocidad muy grande, Pandora cerró la caja demasiado tarde. Lo que contenía la caja de Pandora era, por así decirlo, las cosas buenas como la salud, la riqueza, la felicidad, el amor, la paz, la armonía...

El baúl representaba lo que contenía el mundo, al abrir la caja y escaparse estas cosas de ella, desaparecían del mundo, y este sucumbió a las guerras, el hambre, la pobreza, las enfermedades, el odio, el caos…
Pandora cerró muy tarde la caja, pero al menos consiguió dejar una sola cosa en el interior de la caja: La esperanza.

Esa misma esperanza se ha instalado en Torino, donde hace ya muchos años que los aficionados de la Juventus no tenían motivos para celebrar. Tras la última jornada, donde los bianconeros ganaron a la Fiorentina, el club presidido por Agnelli, consiguió hacerse con el liderato, cinco años después de la última vez que la Vecchia Signora fue líder en solitario.

El gran protagonista del gran momento que atraviesa la Juve, es Antonio Conte que ha conseguido devolver la sonrisa, la ilusión y la esperanza a un afición que ya sueña con el Scudetto. La leyenda de Conte como jugador, parece haber tomado ahora la senda de entrenador. Tras pasar por Bari, Atalanta y Siena, donde dejó ya su huella, el poder devolverle al club de sus amores lo que tanto le dio como jugador y capitán, hizo que se echase una venda en los ojos y se encaminara a la que sería la aventura más importante y querida de toda su carrera en los banquillos.

A pesar de coger las riendas de la peor Juve de la historia, que llegaba de dos temporadas acabando en el séptimo puesto Conte no ha hecho más que volver a los orígenes. Primero recuperando el espíritu juventino con unos valores más italianizados. En su esquema habitual se pueden encontrar entre siete y diez jugadores azzurros, de los que hasta seis de ellos (Marchisio, Pirlo, Bonucci, Chiellini, Barzagli y Bufón) forman parte de los esquemas de Cesare Prandelli.

Marchisio es otro de los nombres propios de este equipo. Ha sido capaz de dar el paso adelante que muchos le reclamaban para asumir el protagonismo que en Italia se espera de él. Viendo los problemas que le ha acarreado el lateral zurdo, ha devuelto a Chiellini al lateral izquierdo y ha confiado en Bonnucci y Barzagli como líderes defensivos. En la derecha Lichtsteiner está justificando el porque de su condición de mejor lateral diestro del Calcio.

Su apuesta es además por un medio del campo fuerte, técnico y con mucha versatilidad. Pirlo dirige, Vidal protege, Marchisio llega. Dos extremos profundos como Pepe por la derecha, y Giaccherini, Estigarribia o Vucinic por la izquierda. Y arriba, mucho mordiente con Matri.

En un calcio basado en las individualidades, Conte apuesta por el espíritu de garra y raza que él mismo defendió con la camiseta bianconera. Todo ello dirigido sobre el campo por Andrea Pirlo, uno de los talentos más grandes que ha dado el fútbol italiano que, como le ocurrió en sus inicios, ha sido incomprensiblemente despreciado esta vez por Allegri en el Milán.

Con Conte se acabó el no jugar a nada, se han extinguido los pelotazos y el juego sin sentido. Ahora todos tocan y tocan, hasta aburrir y noquear al rival. Posesiones rápidas y constantes, que empiezan en Buffon y tienen su final en un Matri al que cuando se le han dado minutos ha respondido con goles. Estadisticamente, la Juve de este año tiene más del 60% de balón en todos los partidos que ha disputado, consiguiendo arrinconar en su campo a casi todos los rivales a los que se ha encontrado esta campaña.

A pesar de que solo se llevan disputadas ocho jornadas de campeonato, la Juve ya ha dejado claro cual es el estilo sobre el que apostará esta temporada y pinta muy bien, aunque gran parte del futuro del equipo se medirá en las dos próximas visitas que tienen en el Calcio ante el Inter de Milán y el Nápoles. Ahí se verá realmente a lo que aspira la Juve.

Pero Conte todavía tiene varios defectos que arreglar, como esa fragilidad defensiva que de vez en cuando aparece. Chiellini no está atravesando el mejor momento de su carrera y como a Krasic, el entrenador juventino deberá recuperar. También debe gestionar una plantilla muy amplia y extensa, que en cada partido ve a jugadores como Del Piero o Quagliarella en el banquillo o a los nuevos fichajes Pazienza y Elia que apenas han tenido minutos.

El no jugar competiciones europeas será otro escollo a salvar para Conte. Porque si bien supone un mayor descanso y el estar más fresco durante toda la semana para preparar los partidos, la amplitud de plantilla hace que las rotaciones esta temporada no estén a la orden del día. Conte agota normalmente los tres cambios en los partidos, pero se le acusa de hacerlo demasiado tarde.

En fin que en Torino están de dulce y Conte ha conseguido devolver la sonrisa a una afición que siempre le ha adorado y que la acogido con los brazos abiertos. Ahora está en su mano el poder llevar al equipo a lo más alto de Italia, para entrar por la puerta grande a Europa. La esperanza es lo último que se pierde y sino que se lo pregunten a Pandora.

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