El domingo el Calcio volverá a tener un plato fuerte para degustar y solo para paladares muy exquisitos. Por un lado el hambre feroz de un Nápoles que afronta la temporada más ilusionante de sus muchos años de existencia, tras formar un bloque competitivo que puede medirse a los mejores rivales por Europa.
Por el otro lado las ganas de comer de una Juventus que ha vuelto a poner en su mesa los cuatro tenedores, tras muchas temporadas de desgana y de hambruna que ha dejado atrás gracias a la llegada del mejor chef posible, Antonio Conte.
No será un partido, será el partido. Ambos conjuntos parten junto al Milán como grandes favoritos para alzar el Scudetto en mayo y a pesar de que la Juve se muestra imbatible y un líder más o menos sólido, si hay un partido que puede perder es el del San Paolo.
Y es que en los últimos años las visitas a Napoli han sido un auténtico suplicio para los bianconeros, que con Conte en el banquillo esperan poder acabar con la mala racha que desde el 2000 persigue a la Vecchia Signora por tierras sicilianas.
De las cuatro últimas visitas saldadas con derrota por parte de la Juve, las dos últimas fueron por 3-1 y 3-0 respectivamente, donde se vio la peor versión de los turineses, que siempre ven como su enemigo se crece en estos duelos.
La batalla del Sur contra el Norte estará presente en unas gradas del San Paolo que estarán repletas a rebosar y que se engalarán para intentar ser los primeros en derrumbar y hacer hincar la rodilla al líder.
La Juve tiene la oportunidad de dar un golpe de efecto importante y contundente al campeonato en caso de llevarse los tres puntos. Tras haber noqueado a los dos equipos de Milán, hacerlo ante el Nápoles y en la salida más complicada que tenían los juventinos esta temporada, podría significar el espaldarazo definitivo hacía el título.
Nápoles y Juventus presentan dos formas de jugar muy distintas pero a la vez muy parecidas. La principal premisa de Walter Mazzarri y Antonio Conte es la de correr, correr y correr para poner en aprietos al rival. Ambos técnicos representan las figuras del encuentro, tras dotar a sus equipos de un estilo muy definido y complicado de neutralizar.
El Nápoles basa sus armas en el contragolpe y sobretodo en el juego por bandas, donde Dossena y Maggio se convierten en puñales difíciles de parar. Zuñiga, Hamsik e incluso Lavezzi cuando cae a banda también se suelen dejar caer por la línea de cal.
Arriba poseen mucha potencia con Lavezzi y una tremenda pegada con Cavani el "rematatodo". Ellos son el gran arma ofensiva de los napolitanos, siempre secundados por detrás por Marek Hamsik que a pesar de ser tildado como un jugador muy irregular, contra la Juve siempre suele mostrar su mejor versión.
La Juve por su parte basa todo su potencial en el toque y toque de balón. Empezando las jugadas por la defensa y haciendo que el mediocampo obtenga la precisa llegada a la portería rival para hacer daño. Contrario al Nápoles, Conte está teniendo problemas en encontrar el juego por las bandas, aunque con la presencia de Vucinic en los últimos partidos, la Juve ha ganado en desborde e improvisación.
El buen estado de forma de Matri y la calidad que imprimen en el mediocampo Pirlo, Vidal y Marchisio son los auténticos poderes de una Juve que poco a poco está encontrando el equilibrio entre ataque y defensa, donde destacan dos jugadores por encima del resto, Andrea Barzagli y Stephan Lichtsteiner.
Quizás hay puede estar una de las claves del partido, la defensa. La del Nápoles no se puede considerar la mejor defensa del Calcio, a pesar de tener a un Cannavaro en forma y a un Maggio que todo lo que toca lo convierte en oro. Campagnaro y Aronica que parten como favoritos para ser titulares no son del todo una garantía.
En la Juve, Chiellini alterna buenos con malos partidos ubicado en la posición en la que empezó a jugar y a la que ha sido devuelto tras muchos años de central debido a las deficiencias que Conte ha encontrado con De Ceglie y Grosso. Bonucci por su parte está creciendo partido a partido, gracias a la confianza depositada por Conte que ha vuelto a sacar el mejor rendimiento de Leonardo como ya hiciera cuando le entraba en el Bari.
En la portería el duelo está servido con el portero más en forma del Calcio, Morgan De Sanctis, frente al mejor portero del mundo, Gianluigi Buffon. Largo es el debate que se está cociendo en Italia en las últimas semanas, donde se empieza a poner en entredicho quien debería ser el número uno de la azzurra.
Inler y Hamsik llevarán la manija del centro del campo del Nápoles, donde tendrán delante al MVP de la Juve, formado por Marchisio, Vidal y Pirlo. Curioso será ver al chileno medirse al suizo que en verano estuvo a un paso de la Juve, pero que finalmente acabó recalando Sicilia. Marotta se decantó finalmente por el ex-jugador del Bayer Leverkusen y de momento el tiempo le está dando la razón.
Será un choque de trenes, un encontronazo entre dos gladiadores que se tienen ganas y que solo conviven con la posibilidad de darle una estocada a su rival para poder continuar el sendero. Un sendero que tiene en su final la eternidad de un eco que resonará hasta el final de la temporada.